
El cantante fue diagnosticado con glioblastoma en 2023. En una entrevista íntima con People, Michael Bolton habló de su tratamiento, del apoyo de sus hijas y del sentido que encontró en medio de la enfermedad: dejar un legado emocional.
Michael Bolton atravesaba un momento pleno: su carrera artística seguía vigente, compartía tiempo con sus nietos y disfrutaba de los pequeños placeres familiares. Pero un detalle mínimo, casi imperceptible, encendió la alarma. Poco después llegó el duro diagnóstico: tenía cáncer en el cerebro.

Durante una salida familiar a jugar a los bolos en el otoño de 2023, el cantante de 72 años comenzó a saltarse su turno, una y otra vez. Para su hija Taryn fue “súper extraño”. “No era algo grave, pero no era él”, contó en la reciente entrevista exclusiva para la revista People.
Lo que parecía un simple descuido fue el primer síntoma visible de un diagnóstico inesperado: glioblastoma, un tipo de cáncer cerebral agresivo y poco frecuente. A partir de allí, Bolton atravesó dos cirugías, sesiones de quimio y radioterapia, y un proceso profundo de transformación personal que lo hizo reconectar aún más con su núcleo: sus tres hijas —Holly, Isa y Taryn— y sus seis nietos.

Un diagnóstico que llegó desde el amor:
“Estamos en esto juntos, y eso es todo”, afirmó Taryn, sintetizando el espíritu con el que la familia decidió atravesar la enfermedad. Lejos del drama, Bolton y sus hijas eligieron el camino de la contención, el sentido y la
Desde el inicio, fueron ellas quienes advirtieron comportamientos atípicos que luego serían clave en el diagnóstico: una caída inexplicable de una silla, problemas de equilibrio y náuseas durante una presentación en la isla Necker, síntomas que atribuyeron al estrés y al cansancio… hasta que ya no pudieron ignorarlos.
Una resonancia magnética reveló la verdad: un tumor cerebral. La cirugía lo extirpó completamente, algo que según su neurooncólogo, el Dr. Ingo Mellinghoff, solo es posible en el 30 al 40% de los casos. “No me han dado un pronóstico, y prefiero que sea así. Elijo mantenerme esperanzado”, confesó Bolton.
El poder del legado emocional:
A lo largo de esta travesía, el artista replanteó su concepto de herencia. Ya no se trata de discos o premios, sino de dejar huellas emocionales. “¿Cómo les doy cosas que puedan llevar con ellas? Lecciones de vida, amor, validación. Quiero que se sientan bien con quiénes son”, reflexionó. En su hogar en Connecticut, donde vive hace más de 30 años, continúa compartiendo trivias familiares, juegos con sus nietos y momentos de conexión profunda.

Aunque se alejó temporalmente de los escenarios, Bolton no abandonó su vínculo con la música. Trabaja con un entrenador vocal, realiza terapia de voz online y se mantiene activo con ejercicios físicos y meditación. Incluso reveló que ya tiene un título para su próxima canción: “No voy a caer sin pelear”. La música, como siempre, es su manera de comprender la vida y encontrar refugio.
Ya en la pandemia había explorado la función sanadora del arte con su álbum Spark of Light, en el que incluyó Beautiful World, un tema inspirado en la necesidad de llevar esperanza a un mundo sumido en la incertidumbre. Hoy, esa necesidad tiene nombre propio.

“Ahora encuentro consuelo con más facilidad. Todo esto me dio un sentido de apreciación más agudo. Es impensable no hacer lo mejor con tu tiempo”, reflexiona el artista. Lejos de rendirse, Michael Bolton sigue adelante, determinado a seguir cantando, amando y dejando un mensaje que va más allá de los escenarios.