
Carrefour confirmó su salida del país, tras más de 40 años de presencia en Argentina. La empresa francesa inició un proceso de “revisión estratégica” con el objetivo de vender total o parcialmente su operación. Aunque el impacto por la salida es fuerte, la gran incógnita que domina el escenario es: ¿quién se quedará con su estructura? Y, sobre todo, a qué costo para los trabajadores.
Tres nombres en la carrera por Carrefour:
Tres empresarios locales suenan como posibles compradores, pero todos coinciden en una exigencia clave: que la compañía reduzca su plantilla antes de la operación. Es decir, ninguno quiere hacerse cargo de la totalidad del personal actual.

Marcos Galperin (Mercado Libre)
Marcos Galperin: el disruptivo que quiere cambiarlo todo
El fundador de MercadoLibre no busca quedarse con los supermercados como están. Su apuesta es más ambiciosa: absorber la red de proveedores y centros logísticos de Carrefour para transformarlos en una estructura digital y descentralizada, operada a través de apps y tecnologías.
- Galperin planea crear una red de “dark stores” (locales cerrados al público y operativos solo para reparto).
- Pretende reemplazar trabajadores en relación de dependencia por repartidores y repositores tercerizados, usando plataformas como Mercado Envíos, Rappi o PedidosYa.
- El objetivo es claro: un sistema sin gremios, sin convenios, con baja estabilidad y altamente precarizado.

Francisco de Narváez (Chango Más)
Francisco de Narváez: el experimentado que ya lidió con gremios
El actual dueño de Changomás, quien en su momento adquirió Walmart Argentina, es otro de los interesados. Tiene experiencia, estructura y respaldo político, pero también conflictos sindicales previos.
- En 2020, cuando compró Walmart, el Sindicato de Camioneros le exigió indemnizaciones millonarias, lo que derivó en bloqueos y tensas negociaciones con Hugo Moyano.
- Esta vez, busca evitar ese escenario: exigiría que Carrefour se haga cargo de los despidos antes de cerrar la operación.

Alfredo COTO (COTO)
Alfredo Coto: el clásico que busca consolidar su monopolio
El empresario argentino, referente del supermercadismo nacional, ve en Carrefour una oportunidad para liderar sin competencia, sobre todo en grandes centros urbanos.
- Su interés está atado a recibir solo lo que le conviene: no aceptaría quedarse con toda la estructura ni con la planta de empleados.
- Pediría que se indemnice o despida al menos a la mitad del personal actual antes de cerrar la venta.
- Coto avanza desde hace años en la automatización de tareas con robots, lo que implica menos personal y más control centralizado.
La salida de Carrefour no solo implica el retiro de una marca histórica del país. El verdadero debate es cómo, quién y con qué condiciones se reestructura el negocio. Todos los posibles compradores coinciden en un punto: reducir al máximo los costos laborales. Lo que está en juego no es solo el futuro de la cadena, sino también el de miles de trabajadores y el modelo de empleo en el sector supermercadista argentino.