(Ciencia + Salud) Investigadores del CONICET identificaron cómo una proteína convierte a las células inmunes en aliadas del tumor. El descubrimiento fue publicado en la revista Immunity y abre nuevas vías para potenciar la eficacia de las terapias oncológicas.
Un equipo de científicos argentinos logró un avance que podría modificar el enfoque terapéutico en la lucha contra el cáncer. La investigación, liderada por el doctor Gabriel Rabinovich y con la doctora Ada Blidner como autora principal, descubrió cómo una proteína llamada galectina uno logra desactivar el sistema inmunológico, favoreciendo el crecimiento y la diseminación de tumores.

El trabajo fue publicado la semana pasada en la prestigiosa revista científica Immunity y ha captado la atención de la comunidad internacional. Según explicó Blidner en diálogo con Infobae en Vivo, el hallazgo podría sentar las bases para nuevos tratamientos que restauren la respuesta inmunitaria del organismo frente al cáncer.
“Durante años nos preguntamos por qué el sistema inmune, que está diseñado para protegernos, a veces parece colaborar con los tumores. Hoy tenemos una respuesta concreta”, señaló la investigadora del CONICET.
La entrevista completa a Ada Blidner / Fuente Infobae
El rol clave de galectina uno
El estudio demuestra que galectina uno, una proteína que el equipo de Rabinovich estudia desde hace más de dos décadas, tiene la capacidad de unirse a las células mieloides supresoras, un tipo de célula del sistema inmune. Esta interacción altera su comportamiento: en lugar de atacar al tumor, lo protegen y lo ayudan a progresar.
Además, esta proteína se adhiere a los azúcares presentes en la superficie de las células inmunológicas, lo que incrementa su capacidad de suprimir la respuesta inmune. Como consecuencia, los tumores no solo se vuelven más resistentes a las terapias, sino que también generan más vasos sanguíneos, lo que favorece su expansión y facilita la metástasis.
El equipo comprobó este mecanismo al analizar datos genéticos de miles de tumores provenientes de un repositorio internacional. Los resultados fueron consistentes: los pacientes con niveles más altos de galectina uno presentaban un número mayor de células inmunes “reprogramadas” y, en consecuencia, un desarrollo tumoral más agresivo.
A partir de estos datos, los investigadores ensayaron un tratamiento experimental para bloquear la actividad de galectina uno. “Vimos que al inhibirla, los tumores crecían menos en modelos preclínicos. Esto demuestra el potencial terapéutico de intervenir sobre esta proteína”, sostuvo Blidner.

Camino a una nueva terapia
El descubrimiento ya está siendo desarrollado para su aplicación futura por la startup biotecnológica Galtec, una empresa derivada del CONICET enfocada en llevar este tipo de investigaciones al ámbito clínico. El objetivo es optimizar las moléculas inhibidoras de galectina uno y avanzar hacia ensayos clínicos con pacientes.
Blidner subrayó la importancia de tender puentes entre la ciencia básica y la aplicada, y recordó que “muchas terapias que hoy salvan vidas comenzaron con descubrimientos que parecían lejanos o imposibles”.
Ciencia en contexto crítico
En paralelo, la investigadora expresó su preocupación por el contexto actual de la ciencia en Argentina. Si bien el grupo ha conseguido fondos internacionales y mantiene colaboraciones con laboratorios del exterior, las dificultades para acceder a financiamiento estatal amenazan la continuidad del trabajo.
“La falta de recursos impacta directamente en nuestra capacidad de hacer experimentos, publicar y formar nuevos científicos. Es un momento muy delicado”, advirtió.
También hizo un llamado a reforzar la comunicación científica y combatir la desinformación en salud, especialmente en un tema tan sensible como el cáncer. “No se trata de reemplazar la medicina con soluciones mágicas, sino de apoyar tratamientos con base científica y garantizar que esa información llegue a la gente”, afirmó.
A pesar de los desafíos, el equipo continúa avanzando con una convicción clara: el conocimiento científico, incluso en contextos adversos, puede abrir caminos concretos hacia terapias más eficaces y accesibles.

